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Embarazo juvenil

Foto del escritor: César Ivan Barrón SalinasCésar Ivan Barrón Salinas

Generalmente se refiere a embarazos en adolescentes menores de 20 años, es un fenómeno complejo que puede estar influenciado por diversos factores psicológicos. Estos factores están a menudo interrelacionados con otros aspectos sociales, familiares y culturales que pueden contribuir a que una joven quede embarazada: 


Baja autoestima: Las adolescentes con baja autoestima pueden buscar relaciones afectivas o sexuales como una forma de obtener aceptación o sentirse valoradas. Si una joven tiene una percepción negativa de sí misma, puede ser más vulnerable a presiones externas y puede tomar decisiones arriesgadas, como tener relaciones sexuales sin protección, lo que aumenta la posibilidad de un embarazo.


Necesidad de afecto y validación: Algunas adolescentes pueden buscar en el embarazo una forma de recibir afecto y validación de parte de su pareja o de su entorno. Si sienten carencia de amor o atención en su familia o entre sus amigos, pueden ver el embarazo como una vía para llenar este vacío emocional, creyendo que un hijo les brindará el cariño que buscan o reforzará una relación con su pareja.


Influencia de pares y presión social: La presión de grupo juega un papel importante en la vida de los adolescentes. Si una joven se rodea de amigos o compañeros que tienen una actitud permisiva hacia el sexo o que ya están involucrados en relaciones sexuales, es posible que se sienta presionada para seguir esos comportamientos, a veces sin la madurez emocional o la preparación adecuada. Esto puede llevar a conductas sexuales sin la suficiente reflexión o protección.


Déficit en la comunicación familiar: La ausencia de una comunicación abierta y saludable con los padres o tutores sobre temas sexuales puede llevar a las adolescentes a tomar decisiones sin el consejo adecuado. Cuando en la familia el sexo es un tema prohibido o no se discuten abiertamente los métodos anticonceptivos, la adolescente puede actuar impulsivamente o con desconocimiento, lo que aumenta el riesgo de embarazo.


Influencias culturales o familiares: En algunos contextos culturales o familiares, tener hijos a una edad temprana puede ser visto como algo normal o incluso deseable. Si la adolescente crece en un entorno donde el embarazo temprano es común, puede internalizar la idea de que el embarazo es una forma legítima o incluso esperada de alcanzar la adultez. En algunos casos, las adolescentes pueden sentirse presionadas para tener hijos como una forma de cumplir con expectativas familiares o comunitarias.


En general se puede decir que en la mayoría de los casos la joven que tiene un embarazo juvenil, puede estar buscando de manera inconsciente una familia, dado que la que tiene no cuenta con el vinculo adecuado que le de el soporte que necesita, y es así que en esa idea de salir huyendo de su casa, de manera paradójica termina viviendo en su misma casa, pero ahora con un niño por nacer y en algunos casos con el jovencito padre de ese bebé.


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