El mundo de las ideas.
- Oscar David Hidalgo

- 4 nov 2024
- 3 Min. de lectura
Forjarse en el hábito de la lectura es crear un mundo que permite idealizar, acceder a la exuberancia de la información; a diferenciar entre lección científica, idealista y de fantasía; a opinar sobre temas de actualidad, política, economía, entre otros; a navegar en la imaginación que te traslada a lugares fantásticos; en sí, a vivir diferentes experiencias que te invitan a conocer una diversidad de personas, culturas, lugares, épocas, etcétera.
Leer, implica la mejora en la capacidad cognitiva de las personas que lo hacen, lo que permite el razonamiento y el análisis crítico, dos conceptos por demás necesarios para tener una vida profesional destacada y para que tu opinión, sea valorada y tomada en consideración, pues otro de los beneficios que te proporciona radica en el incremento de tu vocabulario, ese que te permite esbozar palabras “domingueras”, que harán que otros pongan atención en lo que refieres.
Según las estadísticas que proporciona el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) 2022, el 6.8 por ciento de la población mayor a los 15 años de edad, es analfabeta, es decir, el equivalente a seis millones de mexicanos -sin contar cifra negra- no sabe leer, ni escribir. Lamentablemente, tampoco se ven esfuerzos de gobierno encaminados a erradicar ese analfabetismo.
Recuerdo que, cuando mi hija ingresó a la escuela primaria Vicente Guerrero, había un grupo de papás que nos reuníamos y nos organizábamos para leer a la totalidad del alumnado pequeños libros y así, fomentar en ellos el amor a la lectura, en ocasiones llegamos a actuar fábulas, incitando a las niñas y niños a imaginar lo que previamente habían escuchado, por año, se daba lectura a aproximadamente diez libros por cada grupo, de tal manera que los niños salían de la primaria con conocimiento de la existencia de 60 libros aproximadamente, entre fábulas, cuentos y leyendas que, si mi memoria no me falla, era lo que más les apasionaba, lamentablemente por cuestiones laborales, me vi obligado a dejar ese grupo de lectores.
En mi carrera como docente, he sido testigo del desdén que muchos jóvenes tienen sobre la lectura, y al encargar algún reporte, o bien, un ensayo, me percato de la falta de comprensión lectora, aunado al incremento que los mismos han realizado del uso de tecnologías de la información, en especial de aplicaciones que utilizan la inteligencia artificial como lo es chat gpt, entre otros que facilitan la vida del escolapio, aplicaciones que lejos de elaborarles el reporte solicitado, les envía resumido un documento ajeno a aquel que les fue requerido y por ende, al incumplimiento de la tarea.
Son muchos los beneficios que la lectura genera y poco nos hemos referido a ello, la mejora de la ortografía y la escritura, es uno de los más importantes, máxime que una persona letrada tiende a poseer entre sus objetivos de vida, la creación de un documento escrito ya sea impreso por alguna editorial y a su vez, puesto a la venta, o bien, publicado de manera digital a través de los portales de internet dedicados a la venta de los conocidos e-books; como decía el Chapulín Colorado, ya lo dice el viejo y conocido refrán “la literatura, es el arte de crear mundos a partir de palabras”, si escribir es uno de tus propósitos, pon manos y mente a la obra, no sabes que es lo que puedas llegar a generar en aquel que de lectura a tus ideas.
El Módulo Sobre Lectura (MOLEC) 2024, elaborado por el INEGI, refiere “la lectura ejercita el cerebro, estimula la curiosidad y potencia la creatividad…” entonces, porque la falta de mecanismos y políticas gubernamentales que permitan al joven mexicano adquirir el hábito de la lectura, mucho nos preocupamos por la progresividad de los derechos humanos y la permisibilidad de que niños, niñas y adolescentes pueden hacer lo que consideren conveniente con su vida y poco apoyamos a los programas educativos de calidad, que invitan al aprendizaje y al desarrollo pleno de una persona.
Si éste artículo fue de tu interés, ahora te invito a reflexionar sobre la manera en la cual tú puedes ayudar a otros a iniciarse en el hábito a que hemos hecho referencia, mucho se ha escuchado que los ejemplos arrastran, fomenta en tus hijos esa pasión por la lectura, regala libros pero curiosea con la persona a la cual se lo obsequies, sobre el contenido del mismo, has que nazca en el la curiosidad por descubrir el contenido del mismo, cuestiónale lo que ha leído y si no lo ha hecho, sigue insistiendo, demostrando que tú ya diste lectura al mismo.
Recuerda que leer es un proceso que requiere de tiempo, así que, no te desesperes cuando intentes ayudar a alguien invítalo a ejercitarse con la frase de Richard Steele “la lectura es para la mente lo que el ejercicio es para el cuerpo”.





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