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El calvario de una pérdida.

Foto del escritor: Oscar David HidalgoOscar David Hidalgo

Patricia Beatriz Denis Rodríguez, dice: “la muerte es un proceso natural de la vida, tan cotidiano como el nacimiento de un nuevo ser”, sin embargo, a pesar de ser un hecho trascendente ante

la incertidumbre que la misma genera, pocos se preparan para ella.


Abordar este tema suele traer sentimientos de fragilidad que devienen de lo vulnerable que somos; no obstante, considero necesario crear consciencia del verdadero calvario que trae

aparejado el deceso de un ser querido, no solo al dolor que genera tal situación, sino a la serie de problemas en los que se puede involucrar la familia, haciendo lo anterior, con el objeto de

invitarlo a que busque la manera de cambiar su forma de pensar y evite dejar problemas a futuro.


Uno de los problemas graves a los cuales se enfrentan los deudos de una persona, cuando no se preparan con tiempo, es el de la tramitología y/o burocracia que esto conlleva, insisto, como

consecuencia de no haberse preparado para ese momento, el primer paso se desprende desde el proceso de los servicios fúnebres, es decir, los gastos que esto implica, incluso, la necesidad de poner de acuerdo a la familia de tomar la determinación sobre que se debe hacer con el cuerpo de su ser querido; decisiones que, en muchas ocasiones, tienen que ver con la última voluntad del difunto, con la condición económica, cultural, y religiosa que les permita resistir el duelo que se presenta.


En Ciudad Juárez, existen veintiún negocios que prestan servicios de inhumación –entierro-, cremación y velorio, afiliados a la Unión de Funerarios de Ciudad Juárez y cada uno de ellos

ofrece diversas alternativas que facilitan sobremanera ese trámite complicado y, aun así, la travesía no resulta sencilla.


Supongamos que su familiar se encuentra afiliado al IMSS, y que el deceso ocurrió en alguna de sus clínicas; si ya eligió el servicio funerario y en el contrato quedó asentado que esa empresa

se haría cargo de los trámites legales, no existirá ningún problema, pues es la misma funeraria quien realiza toda esa tramitología, en ello radica la importancia de adelantarse, sin embargo, el gasto económico se le duplicará en atención a la urgencia, insisto, algo que se pudo haber evitado con la contratación de un servicio funerario a futuro.


En lo personal, me tocó hacer uso de un servicio que tenía contratado y la única tarea que se realizó el día que fue requerido, consistió en llamar por teléfono a la persona que me vendió el

servicio y ella se hizo cargo de todo, desde enviar a un asesor hasta el lugar en el cual nos encontrábamos, hasta recoger el cuerpo y tener todo listo para el día que se llevarían a cabo las

honras fúnebres, haciendo entrega dos semanas después del deceso, del acta de defunción correspondiente.


Previo a lo antes expuesto, como la persona en la que se utilizó el servicio, no era familiares directos, realizamos algunas llamadas para el costo de éste y los más económicos no ofrecían lo que la familia buscaba, percatándome de lo caro que esto puede llegar a salir.


Semanas después, acompañe a estas personas al IMSS con el objeto de que cobraran el apoyo para gastos funerarios que otorga dicha dependencia y con lo primero que nos topamos es con una persona de carácter un tanto arrogante solicitando que la factura del servicio se encontrara a nombre de la persona fallecida, algo por demás absurdo, máxime que, como ya lo referí fue un contrato a futuro, por lo cual, cuando se terminó de realizar el pago, la factura salió a mi nombre, discutiendo con la persona que nos atendía, logramos hacer que nos recibiera el trámite con el hecho de que la funeraria nos hiciera entrega de una carga en la que se especificara el nombre de la persona que había hecho uso del servicio (de nuevo, mala redacción), en fin un trámite por demás burocrático y engorroso. Además, nos solicitó acta de

defunción e identificación oficial en original y copia, de la persona fallecida y cada vez que llevábamos la documentación a revisar, quien nos atendía se expresaba de una manera un tanto sarcástica.


Lo mismo ocurre cuando Usted intenta cobrar algún tipo de seguro, pues le exigen una serie de documentos para acreditar el hecho, que muchas de las veces irradian en lo ridículo, máxime

que la solicitud de documentación se realiza a través de internet o de llamadas automatizadas y difícilmente puede hablar con una persona, no obstante, cuando lo logra, terminan pasándolo

con otra que lo tiene en espera por un tiempo excesivo, como si esperara que se desespere y deje la llamada por la paz.


En ese sentido, se supone que puede acudir a la CONDUCEF para solicitar que la apoyen en este tipo de eventos, pero, quien debe ser garante de la protección de sus derechos, continua con

los mismos trámites burocráticos que previamente he expuesto y funge solo como mediadora, sin resolver absolutamente nada, refiriendo que la empresa que proporciona el seguro tiene el

derecho de exigir lo que sea, aunque ya se le haya entregado una y otra vez.


Así que, le recomiendo desde ahorita, ir haciendo su expediente clínico completo y platicar con sus familiares para que, en caso de fallecer, tengan pleno conocimiento de donde guarda usted

esos documentos, además de recomendarles que, cuando expidan la copia certificada del acta de defunción, consiga un par de copias más, pues le serán de mucha utilidad, dependiendo los

trámites que llegue a necesitar.


Por último, debemos considerar el destino que tendrán los bienes del difunto -en caso de que existan-, puesto que ello implica la tramitación de un juicio sucesorio, testamentario o

intestamentario, según el caso; de manera que se deberá contratar a un abogado, o bien, acudir con el Notario Público de su elección, recomendando esta última opción en caso de que

no exista ningún tipo de problema entre quienes puedan llegar a ser únicos y universales herederos, pues con el tramite del sucesorio ante el Notario, usted no gastará demás y al

término del mismo, contará con las escrituras de los bienes, ya a nombre de quien haya quedado como heredero o herederos, lo que no ocurre cuando acude a los tribunales, pues la

sentencia requiere de la protocolización correspondiente.

Por cierto, el mes de septiembre es considerado el mes del testamento, así que tiene el tiempo suficiente para empezar a prepararse, solicitar su cita con el notario público de su elección y

tramitar a un precio más económico su testamento, evitando dejar problemas recuerde que “el hombre olvida antes la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio” (Maquiavelo).


Desgraciadamente, lejos de pensar en evitar problemas futuros, creemos que podemos dejar a nuestros familiares esa problemática, comprometiéndolos, incluso con cumplir la última

voluntad que muchas de las veces ponen en grandes aprietos a los sobrevivientes.

Pongamos los pies en la tierra y evitemos problemas futuros, como lo decía Platón “la muerte es un cambio de lugar para el alma, cuando una persona muere el alma se libera de la cárcel del

cuerpo para ir al mundo divino y eterno de las ideas”; permita entonces, que ese mundo de las ideas empiece a reinar desde este momento, busque la tranquilidad futura para sus seres

amados, de manera que cuando nos llegue la hora, podamos dejar este mundo sin arrepentimiento.


“Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada produce una dulce muerte” Leonardo Da Vinci.

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Guest
Apr 04, 2024
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