Hoy, más que nunca, cuando nuestra ciudad está inmersa en la vorágine de la violencia, donde nuestros niños y jóvenes enfrentan un entorno que, a muchos, hoy los ha conducido a dejar la escuela y lo que es aún más grave, involucrarse en la delincuencia, drogadicción o la prostitución, que deterioran sensiblemente el tejido social, debe reconocerse que el deporte y la sana recreación son las acciones que atacan el origen y las causas, impidiendo que ingresen a alguno de estos perniciosos estadios y procurando convertirlos en buenos ciudadanos, en trabajadores responsables, en su momento, buenos hijos y buenos padres, cientos de niños y jóvenes han compartido la filosofía de muchos grandes deportistas que pasan a ser el ejemplo de sus vidas, sobre todo, que a pesar de las circunstancias adversas han conquistado sus metas.
Debemos agregar que la tecnología, además de proporcionar a los niños y jóvenes herramientas de trabajo, de alguna manera los aleja de la formación humanitaria que el civismo y otras áreas del conocimiento en su momento, fueron la piedra angular de la formación del buen ciudadano.
Las características propias de las ciudades, donde ambos padres tienen que dejar el hogar para salir a laborar, propicia que sea escaso el tiempo de la convivencia familiar y por otra parte, es el ejemplo del entorno familiar lo que va a definir de manera muy importante cuáles son los valores que los niños van a considerar como sus herramientas para su vida. El buen o mal ejemplo que reciben de los padres o de quienes los rodean, es lo que genera un sentimiento de admiración hacia los buenos o malos hábitos que los conduce a un proyecto de vida con valores, o en su momento orientarse a actividades ilícitas.
La experiencia y los resultados que se han obtenido por las administraciones de gobierno para abatir el rezago en que se encuentra la actividad deportiva y el aumento sustancial que se da en la problemática de los jóvenes porque no se les proporcionan en su calidad de éstos o como deportistas, los espacios y los medios para revertir esa tendencia: por ello creemos que coadyuvará de manera importante en el área de la juventud, la creación de un organismo que aglutina a las instituciones públicas, privadas y sociales en un programa general, enriquecido sustancialmente por los programas particulares y que tienda a evitar la duplicidad de funciones y la dispersión de recursos.
Por naturaleza propia, los organismos encargados de dirigir los programas deportivos de las ciudades, carecen de la infraestructura física y financiera para cualquier proyecto de solución global que requiere nuestra ciudad.
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